
Todas las cosas alguna vez logradas, fueron primero pensadas y definidas en pequeños pasos. Esto aplica a cualquier meta que quieras lograr, desde tocar un instrumento, correr una maratón o aprender un segundo idioma.
El gran Confucio dijo alguna vez que “un camino de 1000 pasos comienza con un solo paso”. Ese primer paso debería ser la definición de tu meta, el por qué la quieres lograr y cómo piensas hacerlo. De lo contrario, el camino no es claro y es fácil perderse.
Creemos que las personas que deciden aprender el español y fallan o no logran empezar es porque no saben qué significa el español para ellos, qué quieren aprender y tampoco tienen una fuerza lo suficientemente motivadora que los impulse cuando el camino se ponga difícil.
Por esta razón, creemos que lo mejor con lo que puedes comenzar es haciendo estas preguntas: ¿Qué define tu camino hacia el español? ¿Qué quieres hacer: ordenar comida y vino en restaurantes? ¿O quieres ser capaz de tener conversaciones sobre temas profundos con alguien que no habla inglés? Tener claro qué es lo queremos lograr durante nuestro proceso de aprendizaje es lo que nos motiva a seguir adelante sin importar los obstáculos.
Por ejemplo, si piensas en los atletas, ellos pasan incontables horas en el gimnasio entrenando, recuperándose de heridas, sufriendo dolores y molestias debido a las actividades físicas que deben hacer todos los días. Ellos no piensan en las largas horas de cansancio y desafíos, ellos se enfocan en lo que van a lograr cuando su entrenamiento esté completo, en la gloria que viene luego de tanto trabajo duro.
De igual manera, las personas que se atreven a aprender español u otro idioma, no se enfocan solamente en las conjugaciones y vocabulario que deben aprender ni el tiempo que les puede tomar llegar hasta un nivel de fluidez que facilite la comunicación. Lo importante es enfocarse en las cosas que vas a obtener luego de todo tu esfuerzo, las personas, experiencias y vivencias que vienen de ir a un lugar nuevo y ver un mundo totalmente diferente al propio.
Entonces, ¿dónde estás poniendo tu atención? Esperamos que logres encontrar esa razón especial que te motive en los días en los que no sientes ganas de seguir estudiando, en los días que todo parece estar en tu contra. Aférrate a las cosas buenas que vienen en el camino ¡y sigue adelante!